viernes, 19 de abril de 2013

La Isla de Tabarca



La Isla de Tabarca fue declarada en 1964 conjunto histórico nacional.



Santa Pola es el punto más cercano de la Península a Tabarca, la única isla habitada de la Comunidad Valenciana.

Isla fortificada, que atrapada por su historia, destacar la casa del gobernador. En el extremo oriental de la isla se encuentra el faro, del s. XIX.

Siguiendo los planteamientos urbanísticos del siglo XVIII, se edificó una ciudad como una maqueta perfecta, rodeada de impresionantes murallas, muy bien conservadas en su mayoría, y con acceso a través de tres grandes portadas: la puerta de San Rafael, que queda al lado de Levante; la de San Gabriel, mirando a poniente, y la puerta de San Miguel, con vistas a la ciudad de Alicante, que desemboca en un acantilado bajo de roca redondeada llamado por los lugareños «El Puerto Viejo». Pero lo que más llama la atención al visitante, por su monumentalidad, es la Iglesia de estilo barroco, que resalta sobre el perfil de la isla, y de sus numerosas leyendas.



Es además un auténtico paraíso marino, fue reconocida en 1986 como la primera reserva marina del país, sus aguas cristalinas fruto de su importante plataforma de posidonia origina un lugar privilegiado para los amantes del buceo. La línea de la costa es recortada, formada por pequeños acantilados de escasos metros de altura, con playas de cantos rodados y una única playa de arena con aguas transparentes.

El apartado gastronómico es verdaderamente especial. En algunos restaurantes de la isla se puede degustar, en temporada, uno de los bocados más exquisitos que existen: el calamar de potera a la plancha y el típico caldero tabarquí, que consta de dos partes: pescado (que se toma en primer lugar siguiendo la tradición marinera) y arroz a continuación. 


Imágenes: Google

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