La Isla de
Tabarca fue declarada en 1964 conjunto histórico nacional.
Santa
Pola es el punto más cercano de la Península a Tabarca, la única isla habitada
de la Comunidad Valenciana.
Isla fortificada, que atrapada por su historia, destacar
la casa del gobernador. En el extremo oriental de la isla se encuentra el faro,
del s. XIX.
Siguiendo los planteamientos urbanísticos del siglo XVIII,
se edificó una ciudad como una maqueta perfecta, rodeada de impresionantes
murallas, muy bien conservadas en su mayoría, y con acceso a través de tres
grandes portadas: la puerta de San Rafael, que queda al lado de Levante; la de
San Gabriel, mirando a poniente, y la puerta de San Miguel, con vistas a la
ciudad de Alicante, que desemboca en un acantilado bajo de roca redondeada
llamado por los lugareños «El Puerto Viejo». Pero lo que más llama la atención
al visitante, por su monumentalidad, es la Iglesia de estilo barroco, que resalta sobre
el perfil de la isla, y de sus numerosas leyendas.
Es además un auténtico paraíso marino, fue reconocida en
1986 como la primera
reserva marina del país, sus
aguas cristalinas fruto de su importante plataforma de posidonia
origina un lugar privilegiado para los amantes del buceo. La línea de la costa
es recortada, formada por pequeños acantilados de escasos metros de altura, con
playas de cantos rodados y una única playa de arena con aguas transparentes.
El apartado gastronómico es verdaderamente especial. En
algunos restaurantes de la isla se puede degustar, en temporada, uno de los
bocados más exquisitos que existen: el calamar
de potera a la plancha y el típico caldero
tabarquí, que consta de dos
partes: pescado (que se toma en primer lugar siguiendo la tradición marinera) y
arroz a continuación.
Imágenes: Google
No hay comentarios:
Publicar un comentario